lunes, 29 de agosto de 2016



DESINTOXICACIÓN SOCIAL

     Tras 3 semanas haciendo voluntariado, mi salida de la zona de confort me ha conducido a intrigantes y existenciales reflexiones acerca de vivir en comunidad, la lucha contra mi ego y mis sombras.

En primer lugar, vivir en comunidad bajo el proyecto de construir una cabaña de pastoreo a 1400 metros me ha obligado a adaptarme en un espacio en el que todo se hace por todos. 

Esto quiere decir que una parte de mi ha tendido de sobreponer mis intereses personales con los colectivos, dándose el conflicto de cuestionarme si debo de comer, descansar o rendir más o menos que los demás.

Por otro lado, el pensamiento colectivo, al haber menos comodidades, se ha volcado a controlar en cada uno de los 15 voluntarios si alguno de nosotros trabajaba menos que el resto, es decir, si nos encontrábamos haciendo una misma tarea común y alguien prefiere irse a comer en vez de darse una ducha, esto provocará un conflicto grupal porque la obligación del momento es ayudar.


La salida de la zona de confort puede ser el punto más decisivo en esta experiencia.

De algún u otro modo, el ego ha intentado recuperar lo que se le ha quitado retomando inconscientes hábitos de volver a la posición en la que se encontraba. 

Pasar 3 semanas en la montaña ha hecho que valore realmente las comodidades de mi vida, como por ejemplo subir 500 metros de altura para buscar agua o tener que hacer una subida de 2 horas con 20 kilos de comida en la mochila. 

Cuando se trata de realizar acciones por el grupo, el individualismo que nos integra la sociedad es lo primero que se resalta, por eso hablo de una desintoxicación social.

3 semanas apenas usando el móvil, alejado de vómitos virtuales sacados de una caja y dejando de lado el zoológico social en el que me encuentro.



Hay algo más que me ha inquietado. 

Mi conexión espiritual con la naturaleza.

¿Cómo algo que nos está dando la vida somos capaces de destruirlo?

¿Hasta qué punto llegará el ser humano a pensar en lo que ha causado cuando tenga una hoja muerta en sus manos?

¿Es para esto en lo que hemos sido creados? ¿En sustituir árboles por rascacielos? ¿En prados por aparcamientos?

Tan solo invitar al lector a mirarse las manos, si han sido creadas en destruir para construir o en construir para destruir.





sábado, 9 de julio de 2016



TRANSPARENCIA


¿Cómo de honestos hemos llegado a ser una vez? 

Sincerarse en la totalidad, lanzar nuestra armadura al vacío y desnudarse interiormente hasta que el frío penetre nuestro alma.

Debe de ser un momento único en nuestras vidas poder mostrar la verdadera naturaleza humana, su mediocridad frente a la realidad, frente al mundo.

En vez de aprender a nadar,  a romper nuestros límites y muros nos hemos acomodado en una "cárcel" dando gracias por que nos den algo de pan y bebida. Sin (querer) poder escapar de nuestra jaula, encadenados por nuestro miedo a la libertad.

Hemos hecho una vida totalmente artificial, nuestro intelecto nos tiene presos con lo que algún día lo llamamos "invención". 

No estamos solos, mi compañera de celda se llama Hipocresía y es la que me ayuda a aguantar otro día más, la que hace que limpie mis cadenas y me sienta orgulloso de tenerlas limpias.


Si pensamos demasiado nos llaman locos, si pensamos poco vacíos. ¿En qué quedamos?

Transparencia, al igual como la luz que se cuela entre los barrotes de nuestra celda. 

¿Es acaso nuestra condena a muerte pasar el resto de nuestra vida vivir encadenados al Sistema qué creamos?

Nos avergonzamos de mostrar nuestro lado más puro ante los demás por miedo a ser rechazados, ¿no somos los primeros en despreciarnos a nosotros mismos antes que nadie?

 A ponerse de nuevo la coraza, la máscara, la capa que oculte de nuevo aquello que sacamos a la luz.


Por muy curioso que sea, en una vida opuesta intentamos ser lo más abiertos posibles, en función de nuestros intereses.  

Con el objetivo de parecerse lo máximo a un maniquí de un escaparate. De no parecer vulnerable y buscar ante todo la aprobación social, el "like".

Critico ante todo nuestra hipocresía de intentar parecer más de lo que somos en realidad, de estar hechos de plástico y vacíos por dentro.

El primero que busca mostrar transparencia y no superioridad de ser transparente soy yo.

De valerse de la humildad y el reconocimiento por los logros ajenos y aceptar por muy distinto que sea los pensamientos de quien me rodea.

Porque esa es la verdadera muralla, la tendencia a conducir a los demás a un pensamiento único, a castrar su individualidad y no a enriquecerla con otras visiones de la vida.


Podemos indignarnos, a intentar corregir a los demás, a que sigan nuestro ejemplo. Miles de ideas para poder controlar nuestra realidad.

Porque no aceptamos la diferencia e intentan cada día en convertirnos en seres estériles, indiferentes y auto destructivos. 

No hay más transparencia que la sabemos sacar de nuestra alma.

El resto son meros reflejos.









sábado, 14 de mayo de 2016

HIPNOSIS MENTAL


Placer, distracción y diversión. Ingredientes perfectos para mantener "ocupados" a las masas mientras el nivel cultural disminuye, decrece la autoestima y aumenta el egocentrismo y el odio. 

¿Es este el camino que hemos tomado? ¿Tal es nuestra desesperación por quedar esclavizados?

Las veces en las que voy al pub en mi pueblo tan solo veo jóvenes prefabricados para consumir y ser consumidos. El nivel de consciencia no puede tocar más fondo que hasta ellos mismos se sienten orgullosos de su mediocridad.

Jóvenes que desperdician su vida en alcohol, representan la misma función que un parásito dentro de otro ser vivo.

Hipnosis. Una permanente hipnosis que acentúa nuestra catarsis por la decadencia y putrefacción que nuestro espíritu aguanta cada día. 

Alejados de la casi total realidad ahora nos lanzamos a una Matrix utópica por la que nosotros mismos nos ponemos las cuerdas cuales títeres. 

¿Qué le espera a las siguientes generaciones y cómo lo afrontarán?

En vista de la evolución mental de los bares, discotecas, .... tan solo cabe decir que retrocedemos a la más pura demencia conducidos por la hipnosis.

Porque somos tan solo escoria vistos desde las más altas élites que gobiernan mundialmente. Un rebaño de borregos sin pensamiento propio que lloran antes por la expulsión de un participante de la telemierda a llorar por la vida que arrastran.

Hipnosis. ¿Qué tan controlados estamos por el mismo Sistema que creamos? 



domingo, 8 de mayo de 2016

PRIMEROS REFLEJOS


Es difícil encontrar palabras para describir tal imagen en la que me veo reflejado. Tan solo veo a un  frío ser desconocido narcisista que consigue dejarme ciego. 

El espejo me condena a perpetrar mi mirada en él, a hipnotizarme por un instante en ser Narciso y morir ahogado por mi propio reflejo. 

Resulta auto-destructivo el pensamiento ser atrapado por un espejo y así alimentar más a mi ego. Es una lucha interminable entre mí mismo. Me pregunto si algún día habrá un vencedor claro...


Ahora más que nunca nos movemos por nuestro orgullo mientras que la autoestima queda reducida a cenizas, por las redes sociales.

El egocentrismo, perpetrado por espejos virtuales se vuelve enfermizo hasta tal punto que lo único que vemos es un zoológico de superficiales y espectros cuyo alimento son los "Me gusta". 

Es muy fácil dejarse llevar por la corriente sabiendo que terminarás esclavizado por ella, porque luchar contra ella supone salir de la zona de confort y te saca de ese falso estado de felicidad proporcionado por el ego.

Sinceramente creo que no somos conscientes del reflejo que hemos sacado de nuestro interior, completamente lobotomizados  y adictos al placer. La obra maestra de Huxley, Un mundo feliz representa en un sentido paralelo el mundo actual.

¿Cuál es nuestro aporte a la sociedad y que nos aporta ella? ¿Pensamos que es mejor recibir mucha más de lo que se da o a la inversa? ¿Pensamos realmente por nosotros mismos o solo repetimos ideas implantadas desde el exterior?

Yo, yo y yo. Nos incuban tres veces el mismo pronombre para que luego, por nuestra cuenta sigamos la programación social dirigidos por el látigo Ego.

Reconozco que estoy intoxicado porque mi ego me ha llevado a ello, afirmo mi enfermedad por una estética obsesiva y prosigo mi lucha por combatirme y sanar mis vicios. 

Lo último que haré es dejarme llevar por la corriente y ser un mero reflejo.

¿Qué reconoces tú?